lunes, 6 de junio de 2016

Plata coloidal: desparasitante y algo más


Las propiedades antibacterianas, antivíricas y desinfectantes de la plata se conocen desde hace siglos. El uso antibiótico de la plata data de civilizaciones tan antiguas como la griega y la romana, que también utilizaban este metal para elaborar utensilios de cocina o recipientes donde almacenar y servir el agua. Ya entonces sabían que la plata inhibe el crecimiento de los microorganismos que dañan alimentos y bebidas. Los primeros pobladores del Oeste americano introducían un dólar de plata en los recipientes con leche para facilitar su conservación y evitar el crecimiento de hongos y bacterias.

De hecho en la actualidad se sigue confiando en la capacidad de la plata coloidal para eliminar una amplísima gama de organismos patógenos (las principales líneas aéreas del mundo utilizan filtros de agua en base a plata) e incluso para potabilizar el agua. Los rusos la utilizan para esterilizar el agua reciclada a bordo de las estaciones espaciales y la NASA eligió un sistema de tratamiento de aguas a base de plata coloidal para el shuttle o taxi espacial.

Tanto la medicina tradicional china como la medicina ayurvédica han usado la plata para prevenir y tratar infecciones, y también como tónico rejuvenecedor. Para la tradición médica hindú, la plata es muy eficaz en el tratamiento de afecciones hepáticas y también para "refrescar mente, emociones y cuerpo en padecimientos tales como neuritis y neuralgia, inflamaciones de las membranas mucosas, enfermedades del sistema reproductor y mentales. Es asimismo afrodisíaca y útil en casos de debilidad".

Hasta mediados del siglo pasado era común entre los médicos occidentales el uso de la plata coloidal para el tratamiento de decenas de enfermedades cuyo origen fueran virus, bacterias u hongos, o para ayudar a cicatrizar heridas y quemaduras. Sin embargo, el desarrollo de los antibióticos de síntesis (en realidad toxinas producidas defensivamente por bacterias, como el caso de la penicilina) llevaron a este germicida natural a un rincón olvidado, del cual intentan rescatarlo médicos y profesionales de la salud de todo el mundo.

En 1914 la revista The Lancet publicó los resultados de un estudio con plata coloidal llevado a cabo en EEUU por el Dr. Henry Crookes que demostró su poder germicida. En aquel artículo el investigador afirmaba: “No conozco ningún microbio que no haya podido ser eliminado en laboratorio con plata coloidal en un lapso de 6 minutos, sin efectos secundarios negativos, aun utilizando las concentraciones más altas”. Recientes investigaciones realizadas en la Universidad de California de Los Ángeles (EEUU) confirman que bastan 6 minutos o menos, desde el contacto con la plata coloidal para que el germen muera.

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